El conjunto de Boadilla del Monte cumplirá su tercera campaña en Segunda B, en la que debutó en el año 2018. El Inter de Madrid, sin embargo, no es el primer equipo de la división de bronce que tiene como propietario a un futbolista de la élite porque Gerard Piqué , a través de su empresa Kosmos Holding, también maneja el Andorra . En la Copa Mundial de Fútbol de 2018 fue una de las figuras, y titular indiscutido de la Selección de Uruguay, vistiendo el número 21 y formando una dupla destacada con Luis Suárez. En el enfrentamiento contra Japón que clasificó a su selección a la semifinal, le hizo un pase gol a Daniele De Rossi y este anotó el primero de los cuatro goles de los italianos. Pese a ello, el club se postuló como uno de los grandes equipos a tener en cuenta en adelante, ya que no en vano eliminó a tres de los siete campeones que hasta entonces tenía la competición y estuvo cerca de convertirse en el primer club no perteneciente a las federaciones centro, norte o catalana en vencer y asentarse como mejor equipo andaluz en la época. El club, que continuó siendo conocido popularmente como “el Balompié” y sus aficionados como “los balompedistas”, volvió a proclamarse campeón de Sevilla en 1915, momento en el que empezó un lento declive que tuvo su momento más álgido en 1920, fecha en la que el club estuvo al borde de la desaparición debido a una acusada crisis económica y que repercutió en que al no disponer de medios económicos ni derecho de retención de jugadores en la época del «amateurismo marrón», o profesionalismo encubierto.
Así pues eran ellos mismos los encargados de organizar las competiciones, y en especial el Real Club Recreativo de Huelva, decano español y uno de los más reconocidos en la época. Las ideas que suponen que no hay presente objetivo, como la teoría B, incluyen el eternismo y el cuatridimensionalismo . En menos de diez meses el conjunto bético se convirtió en el primero del sur que llegó a la final de la Copa de España en la edición de 1931. Tras eliminar al Donostia Foot-Ball Club en primera instancia y al Foot-Ball Club Badalona en octavos de final se enfrentó al Madrid Foot-Ball Club. Fue a partir de 1924, cuando el Balompié, gracias a la vuelta a la directiva del club de varios de sus primeros fundadores, mejoró en sus resultados y, tras múltiples subcampeonatos, venció por primera vez la Copa de Andalucía en la edición de 1928. La recuperación social era un hecho en lo que fueron los preludios a la constitución en España de una primera competición profesional, la Liga Española de Foot-Ball.
Con la fecha concreta del día 6, la Junta Directiva del Sevilla Balompié y dos días más tarde la del Betis Foot-ball Club, aprobaron y registraron el acontecimiento. El resto de la primera directiva del club quedó establecida de la siguiente manera: Roberto Vicente, vicepresidente; Juan del Castillo Ochoa, tesorero; Vicente Peris, secretario; Salvador Morales, vicesecretario; y José Sequeiro, Jacinto Wesolowski, Gabriel Vadillo, Edmundo Wesolowski y Antonio Gutiérrez, vocales. De esta forma, la autoridad legal confirió a esta fusión el tratamiento de una fusión por absorción, manteniendo a todos los efectos la continuidad jurídica de la primera sociedad, que mantuvo su inscripción en el apunte n.º 283 sin disolución. Nacía así a efectos legales una de las denominaciones más históricas y características del fútbol español, si bien parece que ya venían practicando este deporte desde tiempo atrás. El delantero de la República Checa, con su efectividad, fue elogiado por el propio Panenka tras el partido contra Escocia: “Ya ha demostrado las virtudes más importantes del fútbol moderno: visión general del campo y velocidad de reacción. Patrik vio al portero escocés adelantado e inmediatamente tomó la decisión de disparar. Él también ha pasado a la historia”.
Por ejemplo, a Europa llega, desde el interior, Eugenio Tironi, entonces miembro de la dirección interior del partido que ha sucedido a Garretón luego de su asilo en la embajada de Colombia, y que encabezó Carlos Montes. La victoria sevillista por 3-0 permitió a los rivales béticos situarse como líderes de una liga antes de que los béticos devolvieran la derrota a sus rivales con un 2-1 en la penúltima jornada y que hizo que casi perdieran el campeonato que terminaron venciendo los sevillistas, pero que, sin embargo, no les valió para acceder a la máxima categoría. Sin embargo, las discrepancias entre los clubes en cuanto a formato y participantes no se resolvió hasta un año después, cuando nació el Campeonato Nacional de Liga con la Primera y la Segunda División, categoría ésta en la que tomó parte el Real Betis Balompié, uno de los clubes consolidados deportiva, social e institucionalmente en el país. Sin embargo, cabe destacar que dicha formalidad tenía un valor declarativo, que no constitutivo en un principio. Más allá del plano legal, en el puramente práctico, el Balompié aportó los jugadores, el palmarés, la afición y el terreno de juego, que desde 1913 era El Campo de las Tablas Verdes, en el Prado de San Sebastián, mientras el Betis F. C. fundamentalmente añadió el título de Real.